¿Y si volver a las historias que nos recuerdan de qué somos capaces, las cosas que ya hemos hecho bien, a veces sin darles importancia, no fuera nostalgia, sino combustible?

Todos tenemos expectativas respecto a nuestras familias, a nuestros equipos y trabajos…pero muchas veces éstas transcurren sin expresarse. Y aquí está la raíz de muchos problemas de relación, comunicación y funcionamiento en los equipos. Atrevámonos a abrir más espacios de diálogo para hablar con sinceridad sobre nuestras necesidades y hagamos peticiones claras ¡Veréis que es una gran inversión!

Lo bueno empuja, lo malo frena… y lo feo incomoda en silencio. Si tu equipo da vueltas sin avanzar, quizás hay algo que no se habla porque no parece digno de mencionarse, y sin embargo…

¿Cómo serían nuestras conversaciones si habláramos sobre las personas como si estuvieran presentes?
¿Desde dónde estamos conversando y qué estamos creando en nuestro equipo o en nuestra organización?
La ética de la conversación y su poder transformador en el diálogo colectivo.

Vivimos tiempos acelerados, exigentes, con mucha incertidumbre y gran presión por conseguir resultados…no podemos elegir no vivirlos, sólo podemos elegir cómo vivirlos.
Incluir el Bienestar de las personas en los equipos y organizaciones es una pieza clave de la ecuación. Sin olvidar la responsabilidad individual que tenemos con nuestro auto-cuidado. Te recomendamos además lectura de interés sobre el tema.

Cuando un equipo está atrapado en un bucle de ideas repetitivas, a veces son las estrategias más absurdas que traen soluciones nuevas. Descubre en este post la herramienta TRIZ que es capaz de derrumbar muros mentales.

La serenidad es el nuevo lujo. Observar que en las diferentes situaciones que nos trae la vida (sobre todo en las complejas) actuamos en coherencia con nuestros valores o principios, nos da paz mental, emocional y espiritual. Cultivar esta serenidad requiere de compromiso y responsabilidad personal y de equipo, con un trabajo de autoconocimiento y liderazgo.

¿Te imaginas tener un «traductor de emociones» que diga lo que sientes, especialmente en el trabajo? Puede que nuestro crítico interno nos convence de reprimir emociones, o que nuestro equipo nos hace sentir que las emociones no pintan nada en el trabajo. ¿Y si fuesen útiles?

¿Te has preguntado alguna vez cuál es tu verdadero equipo? ¿El que lideras o el equipo directivo al que perteneces? Descubre cómo este dilema puede afectar tus decisiones como líder y la salud de tu organización en este post.

A veces, lo que parece una simple diversión pasajera puede tener un impacto duradero. En este post hablamos del valor de las risas compartidas en los equipos.